Todas las chacinas: chorizo, lomo, torreznos y costillas puede encontrarlas en La Venta Tabanera, en tarros de cristal de 4 litros, 2 litros y 1 litro sumergidos todos en aceite de oliva o girasol.
El origen de estos productos fritos está en la forma de conservarles antaño, en grandes ollas de barro rellenas de manteca. El fin era conservar estas chacinas durante todo el año y así ir dosificando su consumo según las necesidades. La experiencia y la sabiduría artesana derivada de la observación, acabaron por convertir en exquisitez gastronómica, lo que no era en realidad más que una iniciativa motivada por la necesidad.
La Venta Tabanera ha copiado estos usos y costumbres y ha desarrollado unos productos, para disfrute de todos los que sepan apreciar esta joya gastronómica.