Vivimos en un mundo cada vez más confuso. Las falsas noticias están a la orden del día. Desde La Venta Tabanera queremos contribuir a aclarar algunas cosas en relación con la alimentación y, más concretamente con el consumo de la carne y lo que ésta puede suponer en una alimentación correcta y saludable.
El consumo de carnes es muy recomendables en todas las etapas de la vida. Teniendo en cuenta que factores como la edad, el género y el estado fisiológico son fundamentales para determinar la cantidad necesaria que garantiza el correcto funcionamiento del organismo.
Las dietas de los niños y adolescentes deben incluir alimentos ricos en proteínas para cubrir las necesidades nutricionales en estas etapas de elevado desarrollo muscular, óseo y cognitivo. De hecho, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) considera que el momento adecuado para que los niños comiencen a tomar carne en pequeñas cantidades es a partir de los seis meses. Además, estudios recientes han demostrado que cuando la carne y sus derivados están presentes en la alimentación, mejora significativamente el crecimiento, el tono muscular y el desarrollo cognitivo de los niños.
Del mismo modo, el consumo de carne y sus derivados es 100% saludable para las mujeres embarazadas. El consumo de nutrientes y las necesidades de proteínas aumentan durante el embarazo, por lo que según recomienda la European Food Safety Authority (EFSA), es fundamental un aumento de la ingesta de proteínas de 1,9 y 28 g/d en mujeres embarazadas.
Las propiedades que ofrecen la carne y sus derivados son también beneficiosas para las personas mayores, ya que ayudan a fortalecer el organismo y mejorar su bienestar. Las proteínas de alto valor biológico de la carne y sus derivados contribuyen al correcto mantenimiento de los huesos y los músculos. De este modo, las personas de la tercera edad pueden incluir en su rutina diaria la práctica de ejercicio moderado, fundamental también en esta etapa de la vida. Por su parte, minerales como el zinc permiten mantener la salud cognitiva, y el hierro contribuye a reducir el cansancio y la fatiga. Además, estos minerales también contribuyen al óptimo funcionamiento del sistema inmunológico.
Eliminar determinados grupos de alimentos de la dieta puede aumentar el riesgo de sufrir ciertas deficiencias nutricionales. Carecer de determinados nutrientes como las proteínas, hierro, vitaminas o el zinc, está ligado con la disfunción del sistema inmunológico. Por ello, todos estos nutrientes que contienen la carne y sus derivados son fundamentales para mantener el sistema inmunológico en condiciones óptimas.
La respuesta inmunitaria de nuestro organismo está relacionada con todos los nutrientes que se encuentran en la carne y sus derivados. Gracias a las proteínas de alto valor biológico que aportan estos alimentos, las vitaminas y minerales, logramos mantener nuestras defensas altas y fortalecer nuestro sistema inmunológico.